Llegamos a las instalaciones del centro para nuestra última jornada de curso. Reflexionamos sobre lo que habíamos aprendido compartiendo nuestras impresiones y realizamos varias dinámicas (yo con la lágrima medio fuera ya).
Una dinámica consistía en elegir papeles en blanco y teníamos que decir si lo éramos o queríamos serlo. No podíamos mirarlos hasta que nos llamara la instructora. A mí me tocó "I am positive" y dije que "absolutely".
Por último, realizamos un mural por grupos donde dibujamos lo que habíamos aprendido en el curso.
Me gustaría terminar con una reflexión que puede ser a la vez un consejo desde mi más absoluto cariño: aprendamos a querer a las personas tal y como son, sin (pre)juicios desde lo subjetivo de nuestro ser, porque es precisamente en esa diversidad de matices que nos hacen únicas, donde reside nuestro encanto.
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